La propuesta se originó en la Facultad de Ciencias de Salud, como parte de las acciones tendientes a promover la equidad de género. También se inspira en el deseo de que ni la maternidad ni la paternidad sean un obstáculo en los estudios.
En algunos meses más funcionará en el complejo de calle Funes una primera sala de lactancia en el ámbito de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Estará destinada tanto a docentes, como a empleadas administrativas y a estudiantes, a fin de acompañarlas en su proceso de maternidad, y cumpliendo así recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación, como también el objetivo de propiciar la equidad de género.
Dicha cartera recomienda que exista una sala de lactancia en cada lugar donde trabajen más de veinte mujeres.
La iniciativa partió de dos programas de la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social -el de “Género y Acción Comunitaria” y el llamado “Integral de Políticas de Género-, pero ya forma parte de una política para toda la Universidad Nacional.
LA CAPITAL dialogó con Yanina Cobos y Ana Laura Ruiz, quienes asumieron la responsabilidad de llevar adelante el proyecto.
Un tiempo clave
“La inquietud fue poder pensar, desde las políticas universitarias, acciones que tengan que ver con fortalecer y garantizar ese esencial contacto madre-hijo”, explicó Cobos, sobre la iniciativa que busca que la Universidad sea un espacio que acompañe a los padres en las tareas de cuidados de los hijos, y especialmente a las madres cuando estos son pequeños.
Suele ser un tiempo de gran esfuerzo, muchas veces inadvertido y no reconocido, pero clave en el desarrollo físico y emocional del ser humano.
“Nos parece que desde el Estado hay que pensar en un sistema de co-responsabilidad en los cuidados”, aseguró Cobos, y luego remarcó otras dos palabras claves: contención y acompañamiento, en razón de que las estudiantes y trabajadoras pasan horas dentro de la comunidad universitaria, por lo que contar con un lugar cómodo e higiénico para realizar extracciones de leche materna o amamantar a sus hijos, no es algo menor. Al mismo tiempo se busca que la lactancia no sea vivida como un obstáculo para seguirse desarrollando en los estudios o laboralmente.
Una investigación realizada por los citados programas entre 2014 y 2016 determinó que en la comunidad de la Universidad Nacional unas 99 mujeres docentes solicitaron en ese tiempo la licencia por maternidad, mientras que del personal no docente fueron unas 20, por lo que 119 mujeres se encontraban en el proceso de lactancia.
Otra indagación, que tendrá resultado en pocas semanas, apunta a conocer la cantidad de alumnas que podrían requerir del nuevo espacio, información útil para adecuarlo.
Hacia fin de año
La sala comenzará a funcionar a fines de este año en el complejo universitario de Funes. Contará con heladeras, extractores de leche, agua corriente, sillones y elementos de higiene. De esta manera las mujeres podrán realizar en ella la extracción y refrigerar la leche para llevársela cuando se retiran de la institución, así como amamantar a sus pequeños.
Se evalúa también incorporar una puericultora o especialista para acompañar y formar en la temática.
Se trata de un primer paso ya que el trabajo continuará para habilitar salas similares no ya en el mismo complejo sino en las otras sedes de la Universidad.
Además de dar contención a las madres, el espacio ha sido pensado para el desarrollo de acciones relacionadas, por ejemplo talleres sobre maternidad y crianza abiertos a toda la comunidad.
Como se decía, el tema no es menor, ya que a nivel universitario el devenir de la maternidad y la paternidad suelen ser una causa común de postergación o directamente de abandono del cursado de una carrera.
En esta línea, Ruiz explicó que “existe una ordenanza, del año 2015, que regula las cursadas para embarazadas, padres y madres de niños pequeños”, con el fin de flexibilizar las cursadas y acompañar a los alumnos.
“Es importante que las políticas acompañen unas a otras, porque esta realidad existe y hay muchas compañeras y estudiantes que se ven imposibilitadas de continuar sus estudios o trabajos”, destacó Ruiz finalmente.